El pasado Jueves se inauguró EL SOTO DE MÓNICO, un nuevo lugar para celebración de eventos, especialmente bodas. Una finca recién remodelada con dos salones y un jardín espectacular acompañado de unas vistas que lo harán inolvidable.
Su historia comienza de un sueño cuando Carlos Albert, hijo delos marqueses de Alhucemas queda deslumbrado por Delmonico´s, uno de los primeros restaurantes lujosos de Nueva York. Desde entonces su empeño es crear algo similar en España. Primero con Mónico, un pequeño salón de té, y ya, en la década de los 90, con La Casa y el Cortijo de Mónico, como lugares para celebración de eventos a las afueras de la capital. Con el Soto de Mónico, amplía su propuesta en un enclave en el noroeste de Madrid, cerca de Alcalá de Henares y rodeado de un campo de pistachos. Las vistas son realmente impresionantes y el atardecer te deja sin palabras. Tiene capacidad para unas 500 personas sentadas y hasta 1000 con la zona exterior.
Dos son las cosas que caracterizan a este grupo: su calidad y su atención, y nos lo demostraron en su nueva apertura, dejándonos sin palabras a todos los que les quisimos en esta nueva aventura.
En cuanto al catering nos dejó gratamente sorprendidos, pudimos degustar a modo de cóctel una variedad de sus platos como: cebiche de mero, lingote de foie artesano (que estaba espectacular), brocheta de solomillo de ternera o tortilla de bacalao en espumas servida en una copa de cóctel.
Además, alrededor de toda la finca podíamos encontrar diferentes puestos de showcooking como cortador de jamón, buffet de quesos, steak tartar hecho en el momento y de los mejores que hemos probado, tosta de huevo de codorniz con salteado de ceps y aceite de trufa. Todo ello acompañado de una gran variedad de bebidas. Por último de postre sirvieron unas bandejas con una combinación de mini postres entre los que destacamos su tarta de manzana o la de limón. Nos encantaron todos los platos: buenísima calidad y una presentación inmejorable. También destacar la buena atención que recibimos por todos los camareros, siempre con una sonrisa y explicándote cada plato.
En la parte baja de la finca, durante toda la cena hubo Dj en directo, y es la zona perfecta para terminar el evento como lo hicimos nosotros con unos gin tonics y al ritmo de la música.
El Soto de Mónico, pronto se convertirá en uno de los lugares con lista de espera para poder celebrar bodas o celebraciones y acompañado de su calidad y buen hacer, seguro que continuará su crecimiento.
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