Una parada obligatoria en Santander es CAÑADÍO. Desde 1981 que abrieran sus puertas, se han convertido en uno de los referentes de comida de la ciudad. Un paseo por el Palacio de la Magdalena, por la playa del Sardinero, o una visita a la Catedral, para terminar con una reserva en una de sus mesas. Otra parte buena de ‘Cañadío’ es que también está en Madrid. Aunque nosotros, nos quedamos con el original, del que os estamos hablando.
En plena plaza Cañadío está su restaurante. Una plaza abarrotada de bares y gente disfrutando de una tapa o unas raciones. Su restaurante, aunque pueda parecer pequeño desde fuera, no lo es. Varias salas con mesas espaciosas y diferentes colocaciones. Indispensable reservar.
QUÉ COMER EN CAÑADÍO SANTANDER
Pues en ‘Cañadío’, el éxito es el producto muy bien tratado. Es una carta normal, en la que todos conocemos los ingredientes, no tiene que explicarse nada porque seguro que conoces todos los platos. Pero… ¡qué platos!
En esta ocasión, nos centramos mucho en platos para compartir y no tanto en pedir alguno de sus Platos Contundentes, Pescados o Carnes. Que sí pedimos en Madrid.
ENTRANTES FRÍOS PARA COMPARTIR
Empezamos con una Ensaladilla. Podríamos alimentarnos a base de esta ensaladilla todas las semanas. Sin desmerecer esta ensaladilla, nosotros nos quedamos con la versión de su hermano pequeño del grupo, Pan de Cuco. Puede ser que fuera porque fuera la primera que probamos y nos sorprendió mucho.
Y una Ensalada de tomate, atún escabechado y queso de Cantabria. ¡Qué espectáculo! Fue uno de los ganadores, sin duda, de la cena. Los tomates estaban riquísimos y ya mezclados con el atún y el queso, una auténtica pasada.
ENTRANTES CALIENTES
Seguimos con unos Buñuelos de bacalao. Crujientes por fuera y por dentro con un sabor de bacalao espectacular. Este plato, siendo sinceros no lo pedimos, se confundieron al ponérnoslo en la mesa y nos terminaron invitando por la confusión.
No podían faltar las Rabas de Cañadío. Es uno de sus platos estrella. Las pedimos tanto en el restaurante de Santander como en el de Madrid. Por lo que fuera, nos gustaron más las de Santander, estaban más crujientes. Quizás porque estar de viaje y en buena compañía lo mejora todo.
Otro de los platos que pedimos fueron las Croquetas. Una combinación de croquetas de lacón y huevo (con forma redonda) y otras de chorizo (con forma alargada).
Otro de los entrantes calientes que pedimos fue el Pastel de puerros y gambas gratinado con salsa al Cava. Nos sorprendió bastante porque aunque es un pastel sencillo, estaba muy rico.
Para terminar, pedimos lo que se convirtió en la estrella de la cena, unos Bocartes. Se deshacían en la boca. Qué pena que fuera el último plato porque lo habríamos disfrutado aún más si hubiera sido el primero. Reconocemos que ya estábamos un poco llenos y había que dejar sitio para el postre. Pero es un lujazo de plato. No os lo perdáis.
POSTRES
Para terminar, no podíamos irnos sin dejar de probar uno de sus postres más famosos, la Tarta de queso. Una tarta de queso semi líquida que acompañan de crema de zanahoria y de helado de avellana para terminar con una cena de lujo.
Recordando nuestro paso por Santander, se nos pone una sonrisa en la cara cuando hablamos de ‘Cañadío’. La atención fue muy buena. A pesar de estar prácticamente lleno, estuvieron permanentemente pendientes de que no faltase bebida, pan o plato en la mesa. Al salir entendimos porque siempre nos habían hablado tan bien de ‘Cañadío’ y no era otra cosa que porque te hacen feliz con su cocina.
Dirección: Calle Gómez Oreña, 15, 39003 Santander, Cantabria
Teléfono: 94 231 41 49
Precio medio: 30-35€
Y aquí os dejamos la ficha resumen de nuestra visita a ‘Cañadío Santander’:
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